Cristina Bucsa ya está en tercera ronda de Wimbledon

  • La tenista cántabra no da opción a la croata Donna Vekic, semifinalista en 2024 y plata olímpica, a la que se impuso en dos sets por 6-1 y 6-3

La española Cristina Bucsa ha dado la sorpresa y ha eliminado a la croata Donna Vekic, semifinalista en el año 2024 y plata olímpica, en un partido dominado de principio a fin por la tenista cántabra, y alcanza la tercera ronda en el Torneo de Wimbledon por primera vez en su carrera.

Bucsa, actual 102 del ránking WTA, no dio ninguna opción a Vekic (número 25 en el ranking WTA, y que fue apeada por la italiana Paolini en 2024, quedándose a las puertas de la final).

La cántabra comenzó el partido muy agresiva, haciendo mucho daño a una Vekic muy errática y en poco más de media hora se apuntó el primer parcial por 6-1. La croata, descoordinada ante el huracán que le estaba pasando en la pista y multiplicando los errores de su rival, se tomó un parón de siete minutos para irse al baño. Al estar jugando en la pista 17, una de las exteriores, a Vekic le llevó un buen rato trasladarse hasta los aseos, lo que provocó que Bucsa se mantuviera en calor pidiendo pelotas a la juez de silla para practicar el saque.

Y ni el parón ni la salida del sol en Londres complicó el camino de Bucsa, que remontó del 0-2 al 5-2 en el segundo set, salvó un 15-40 en ese juego y cerró el partido sin titubear.

La argentina de 21 años Solana Sierra venció a Katie Boulter (a su vez verdugo de Badosa el pasado lunes) será la próxima rival de Cristina Bucsa. Sierra es la número 101 del ránking, que recientemente ganó su primer título WTA, venciendo en la final a Leyre Romero. Ambas buscarán un puesto en la cuarta ronda, lo que significaría el mejor resultado en un Grand Slam.

Por su parte, Carlos Alcaraz también está ya en la tercera ronda de Wimbledon con una victoria exprés ante el británico Oliver Tarvet en tres sets (6-1, 6-4 y 6-4) en poco más de dos horas partido, y espera ya al ganador del partido entre el canadiense Felix Auger-Aliassime y el alemán Jean Lennard-Struff.

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