El cántabro Aarón Ceballos, medalla de bronce en 400 en el Europeo sub20 de Tampere

  • Andrea Tankeu no tuvo suerte en la competición de lanzamiento de peso, quedando fuera de la final, mientras Óscar Crespo formó parte del relevo 4×400 que este domingo luchará por las medallas

La plata de Iker Moreno en 400 metros vallas con récord de España incluido (49.66) y los bronces de Oriol Sánchez en 200 y Aarón Ceballos en 800, colocan a España con siete preseas en Tampere 2025.

España había ganado tres oros y un bronce, y la plata no se hizo esperar mucho. Llegó en la primera carrera del programa vespertino de la tercera jornada en el Tampere Stadium. Fue una exhibición de pundonor de Iker Moreno, que aparcó el decatlón hace unos meses para centrarse en el ‘cuatro vallas’, una prueba en la que ha sumado para España la tercera medalla de su historia en el Europeo sub20 (antes, los bronces de José Alonso Valero en 1975 y David José Pineda en 2017), quinta en la presente edición. El discípulo de Manoli Alonso dio espectáculo del bueno, reservándose, como es habitual en él, para la segunda parte de la carrera y emergiendo definitivamente en el último hectómetro, al que entró cuarto. Luego vino una remontada de fe, pero sobre todo de fuerza, sin inmutarse ante la amenaza del láctico, para echarse sobre los cuadros y detener el crono en 49.66 (su anterior marca personal estaba en 50.75), o lo que es lo mismo, nuevo récord de España sub-20 y 10.ª marca absoluta. Siendo realistas, ganó la medalla de más valor disponible, pues el oro parecía destinado (salvo catástrofe, que haberlas haylas) a la bestia checa Michal Rada, que se apostó en los tacos como líder del año (49.08) y levantó los brazos con nuevo récord de los campeonatos, nacional sub-20 y mejor marca mundial del año en la categoría: 48.78. Todo ello da mucho más brillo a la ya de por sí reluciente actuación (y medalla) de Iker.

En la final de 200 metros contábamos con dos opciones: Oriol Sánchez y Rodrigo Fito, quienes habían accedido a tal privilegio por la mañana clasificándose en semis al ser segundo (21.04, Q) y quinto (21.29, segunda y última q), respectivamente. Oriol salió de la curva sabiendo que era posible conquistar la primera medalla de una delegación española en esta competición. Y allá se fue, a hacer historia tras la estela de los favoritos -el italiano Diego Napi (20.77) dio la ¿sorpresa? al imponerse al luso Pedro Afonso (20.85), que tanto había asustado en las rondas previas- en la recta, haciendo oídos sordos al rugido de la grada que se desgañitaba animando al hombre que le precedía, el local Juho Venäläinen. Concluyó en 21.03, dejando a las puertas del cajón al finés y otorgando a España la sexta medalla de un Europeo que está resultando virtuosísimo. Rodrigo, muy descolgado, entró octavo (22.19).

Los 800 metros, otra cantera inagotable de talento para nuestro atletismo (ejemplo: el récord de los campeonatos lo sigue ostentando Roberto Parra), contaban en la lista de salida de su final con el cántabro Aarón Ceballos y Ryan Barcala. Fue una carrera sucia, presidida por el nerviosismo, con innumerables toques, culminada por la maniobra del líder del año, el británico William Sean Rabjohns, quien de manera evidente pisó por dos veces el verde en una arriesgada maniobra para tratar de superar a sus dos compatriotas (Mirfin y Waterworth) en la penúltima recta. Al volver al sintético motivó un empujón en cadena que acabó con Ryan por los suelos (Aarón, sin ninguna responsabilidad, fue quien en última instancia lo derribó, al encontrárselo justo delante fruto del desplazamiento hacia el exterior obligado por el jaleo de los british). Con el abulense descartado (entró octavo en 1:56.65), el cántabro trató de sobreponerse, pero fue demasiada energía perdida como para plantar cara en el sprint. Entró cuarto (1:48.74), pero la lógica se imponía poco después y los jueces descalificaban al campeón (Rabjohns), con lo que el título pasaba a manos de Rafferty Mirfin, la plata a las de Tom Waterworth (que también repartió lo suyo; se libró de la DQ por los pelos) y el bronce se aposentaba en el palmarés de Aarón. De esta manera, casi una tragicomedia de enredo, subió la séptima presea al casillero de nuestra selección en el medallero.

Andrea Njimi Tankeu Djeudji regresaba a la competición después de su histórico oro en disco logrado en la jornada de ayer. Lo hacía acompañada por la campeona de España, Tilena Martínez (la hija de Manolo Martínez, leyenda del oficio), en la calificación del peso. La primera en el grupo A, la segunda en el B. No fueron las cosas igual que el viernes y, tras una serie de 11.76, 12.79 y 13.17, Andrea decía adiós a su ambiciosa participación. Sí hubo alegría para Tilena, que tras renovar su personal best tirando 15.25, lograba el paso a la final con la segunda mejor marca de las doce que lanzarán hoy, domingo, a las 16:00.

Sofía Santacreu y Aldara Meilán hacen historia. Campeona Europea y Récord de España y Bronce Europeo de 10 kilometros marcha, donde Claudia Ventura ocupó la quinta posición ratificando el inagotable potencial de la marcha española.

El 4×400 femenino (Inés González, Ana Gálvez, Rocío Navarro y Ana Alba Ruiz -Candela Angulo fue suplente-) actuó en la segunda semifinal: pasaban las tres primeras de cada carrera y los dos mejores tiempos a la final de hoy a las 19:05. Fuimos quintas con 3:40.39 y el último tiempo de corte lo estableció Francia (cuarta en la primera serie con 3:38.69), así que ahí expiraron nuestras aspiraciones en el relevo largo… femenino. Porque Marco Saiz, Aarón Gastón, Sergi Pons y el cántabro Óscar Crespo sellaron una exhibición en el masculino, ganando su serie con 3:09.84 y poniendo los dos pies en la carrera que les permitirá soñar con las medallas (hoy, domingo, 19:15). No son los favoritos, pero está claro que están en forma y con ganas, y con la tendencia favorable del numeroso equipo español (83 atletas) a su favor.

Fotos: RFEA

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