Emotivo y sorpresivo homenaje de la Peña Club Bansander a Adrián Hoyos Real
Su ‘familia bolística’ pone en valor su “compromiso, labor incansable y dedicación constante” con motivo de las finales del VI Memorial Vicente Torre, que fue ganado por Noemí Pelayo y Adrián Campos
Emoción a raudales -muchas lágrimas- en la bolera Marcelino Ortiz Tercilla. Mañana gris y lluviosa, que se tornó soleada cuando Adrián Hoyos Real ocupaba el centro de la bolera -sin saber por qué-. Sus compañeros de la Junta Directiva de la Peña Club Bansander, su ‘familia bolística’ le rindió un cariño y sorpresivo homenaje en un “día muy especial”.
Eduardo Herrera, micrófono en mano, nos explicó a todos los que nos habíamos acercado a Cueto -lo sabíamos todos menos uno- el porqué de este momento y como las palabras de Edu son las que mejor explican los sentimientos a continuación las vamos a reproducir íntegramente:
“Hoy es un día especial para esta Peña Bolística Club Bansander. Hoy cerramos la temporada, no solo en lo deportivo, sino también en lo social. Y lo hacemos con este VI Memorial Vicente Torre, una fecha señalada para nosotros, en la que recordamos a una persona que fue fundamental para nuestra peña y que marcó el camino que seguimos todavía hoy.
Y precisamente por esa razón, creo que este es también el mejor momento para reconocer y rendir homenaje a otro de nuestros pilares: Adri. Sé que esto no estaba en tu guion y por tanto es algo que te genera inquietud, pero te vas a tener que fastidiar y permitirme el deseo de quedarte en el centro de la bolera, porque hoy para nosotros, con permiso de Vicente, que seguro que está de acuerdo, hoy el protagonista eres tú.
Corría el año 2009 cuando Vicente y Adri asumieron las riendas de esta peña, que entonces jugaba en Santillana del Mar. La trajeron a Santander, a la coqueta bolera del Barrio San Francisco. Aquel primer año no se pudo competir, pero en 2010 empezaría una nueva etapa con un grupo de amigos, a la que poco a poco nos fuiste reclutando a todos los que estamos hoy aquí. Desde entonces, los logros deportivos han sido muchos. Hemos crecido con el paso de los años y, como guinda, este último año hemos logrado el ascenso a la máxima categoría: la División de Honor.
Pero hoy no estamos aquí para hablar de éxitos deportivos. Hoy queremos hablar de ese trabajo que no siempre se ve: esa labor incansable, esa dedicación constante, las horas y horas de trabajo invisible, papeleos, gestiones y un sinfín de organización de competiciones. A veces se queja de que le ayudamos poco -es un poco quejica, aunque a veces tiene razón, solo a veces-, y precisamente por eso su trabajo es imprescindible.
Todos los que formamos esta peña sabemos que, sin tu compromiso, nada de lo que ocurre dentro de la bolera sería posible. Y aunque pocas veces te lo decimos, lo valoramos enormemente. Por eso hemos querido elegir este día: porque estamos todos los que compartimos contigo el día a día de la peña, porque está tu familia, porque está la familia de Vicente, y porque el mismo Vicente sigue entre nosotros.
Adrián Hoyos, rodeado de jugadores y directivos de la Peña Club Bansander.
Vicente siempre nos dijo que lleváramos con orgullo el nombre de la peña allá donde fuéramos, y que lo más importante no era tirar bolos, sino ser una familia. Y vaya que tenía razón. Lo de tirar bolos… no se nos ha dado tan mal, pero lo de ser una familia… en eso sí que puedo decir, con tremendo orgullo, que somos de División de Honor.
En este mundo de los bolos, donde vemos tantas peñas que les cuesta encontrar gente altruista que las gestione, donde vemos la dificultad del relevo en las directivas, nosotros podemos sentirnos orgullosos de tener un grupo joven, unido, comprometido y que disfruta de lo que hace por amor a este deporte. Y gran parte de esta culpa es tuya, Adri. ¡La que has liado, pollito!
Por otro eso, y mucho más que seguro se me queda en el tintero, hoy queremos darte las gracias de corazón. Gracias por tu trabajo, por tu paciencia, por tu implicación y por habernos traído hasta aquí. Y gracias -o perdón- también a tu familia, porque sabemos que les robas muchas horas para dedicarlas a la peña.
Así que en nombre de todos, muchas gracias por todo lo que has hecho, por todo lo que haces y por todo lo que aun harás. Y aunque en esta placa que te vamos a entregar no lo ponga escrito, aceptarla implica comprometerte al menos otros quince años más. Aunque no todo son malas noticias, también prometemos duplicarte el sueldo, para que veas que de verdad valoramos tu labor”.
Prolongada y gran ovación mientras Adrián Hoyos, visiblemente emocionado -y no era para menos- recibía los abrazos de sus compañeros y la anunciada placa en recuerdo a este bonito día. También la Asociación de Peñas de Bolos (Apebol) quiso sumarse a este homenaje, obsequiando a Adrián con un bonito e innovador emboque en el que se podía leer “gracias por todo y por tanto”. Asimismo, Sergio García López se dirigió a Adrián dedicándole unas sentidas palabras que llegaron “al corazón” de todos.
Merche Viota, presidenta de Apebol, entregó un bonito emboque a Adrián Hoyos Real.
Tras recibir las felicitaciones por parte de todos los presentes, Adrián dijo sentirse absolutamente sorprendido y agradecido. Comentó que le había llamado la atención que tanta gente se hubiese acercado a ver las finales del Memorial, pero que pensaba que era por el ascenso y no por esa ‘sorpresa’. Más que merecida.
Este acto puso el punto final al VI Memorial Vicente Torre. Noemí Pelayo se hizo con la victoria en la categoría de federados tras imponerse en la final a Carlos Blanco. La jugadora de la Peña Camargo ofreció un recital de juego, especialmente desde el birle, cerrando el concurso con una mano de 26 bolos (subió 7 y birló 19, 7, 6 y 6). Tercero fue Federico Díaz y cuarto, Carlos Maza. Entre los aficionados, el triunfo fue para Adrián Campos, por delante de Alfonso Leguina, Francisco Santamaría y Eugenio de Juana. Todos ellos se fueron para casa ‘cargaditos’ de ‘sabrosos’ regalos. También la Peña Club Bansander tuvo un detalle con las hijas del siempre recordado Vicente Torre.
Noemí Pelayo y Adrián Campos, campeones del VI Memorial Vicente Torre.
Carlos Blanco y Alfonso Leguina, los subcampeones.
Federico Díaz, Francisco Santamaría y Carlos Maza.
Los colegiados Augusto Fernández y Pablo Posadas; y las hijas de Vicente Torre tras recibir sus obsequios.