- Los blanquiazules visitan este domingo al cuadro gallego con el objetivo de cerrar la temporada desde el compromiso y el respeto competitivo ante un rival que aún pelea por la permanencia
La Real Sociedad Gimnástica viaja este domingo a Santiago de Compostela para enfrentarse, a partir de las cinco de la tarde, a la Sociedad Deportiva Compostela. Un encuentro, el del Estadio Vero Boquete de San Lázaro, que
enfrenta a un equipo que se está jugando la vida y a otro que jugará por dignificar la camiseta y el escudo en este final de curso.
Los torrelaveguenses se impusieron con contundencia, en su mayor goleada de la temporada, al Real Valladolid Promesas en la última jornada, pero sirvió de poco al final de los 90 minutos con la confirmación del descenso. Ahora afrontan la primera de estas tres últimas jornadas desde la decimoséptima posición con 28 puntos y la motivación de cerrar la campaña con honor, compromiso y respeto por el club y la competición. Manu Calleja no podrá contar en Galicia con Miguel Gándara, expulsado en los compases finales del anterior compromiso liguero, y tampoco estarán Arredondo, Guitián y Santamaría, lesionados. Primo, máximo goleador del equipo con siete tantos, regresa a la que fue su casa durante cuatro temporadas.
La SD Compostela se ha enganchado a la lucha por la salvación después de tres semanas en las que, con la llegada de ‘Secho’ al banquillo, han enlazado dos triunfos y un empate. Decimocuartos y con 35 puntos, antes de que comience la jornada están a uno del playout y a tres de la salvación directa. Reparto de puntos en Posada de Llanera, victoria por la mínima ante el Salamanca y goleada en Laredo, donde Markitos, Pablo Antas y De Prado
fueron los protagonistas. Y un punto más a su favor es el rendimiento de los santiagueses en casa, donde han sumado 22 de 45 puntos posibles, lo que les colocaría en la undécima posición de jugar siempre como locales.
El joven Manu Rivas, con cinco tantos, es el máximo goleador del equipo, seguido de cerca por Samu Rodríguez, De Prado y Markitos, que alcanzaron los cuatro en San Lorenzo.
Foto: Néstor Revuelta Zarzosa